ESG surgió con la propuesta de que las empresas tuvieran una mayor responsabilidad social y adoptaran mejores prácticas de gobierno, especialmente en el cuidado del planeta. Ha ganado mucha notoriedad entre las corporaciones en un contexto en el que la sociedad valora las empresas que respetan el medio ambiente, las personas y la buena gestión. Son requisitos que reflejan el comportamiento de las nuevas generaciones, que priorizan cada vez más el consumo de marcas transparentes y responsables.
El acrónimo ESG, que significa “Environmental, Social and Governance”, se utiliza para decir en qué medida una empresa busca minimizar sus impactos en el medio ambiente, construir un mundo más justo, ser más responsable con las personas y mantener procesos de gestión optimizados.
Cada letra tiene su importancia. La letra E se refiere a las prácticas de una empresa sobre la conservación del medio ambiente y su actuación en materia de calentamiento global, deforestación, biodiversidad y contaminación del agua y del aire.
La letra S se refiere a la relación de una empresa con las personas que forman parte de su universo, como el compromiso de los empleados, la relación con la comunidad, el respeto de los derechos humanos y las leyes laborales.
Y por último, la letra G se refiere a la gestión de una empresa, la conducta corporativa y la relación con las entidades gubernamentales y los políticos.
A pesar de haber ganado protagonismo en los últimos años, el acrónimo apareció por primera vez a finales de 2004, en una iniciativa llamada Who Cares Wins, de la ONU en colaboración con instituciones financieras. La idea era unir a instituciones de varios países para encontrar formas de involucrar el tema en el mercado financiero.
Algunas encuestas también señalan que, debido a las exigencias de los consumidores, las empresas que siguen buenas prácticas ambientales, sociales y de gobernanza son más estables y pueden aportar mayor rentabilidad a largo plazo.
En la actualidad, la implantación de las ESG en las empresas se ha acelerado mucho en los últimos años. Debido a la emergencia climática y a la presión para migrar a modelos neutros en carbono. Además, los países se han comprometido a alcanzar 17 objetivos de desarrollo sostenible para 2030.
En Europa, las nuevas regulaciones también crean incentivos hacia un modelo sostenible y sanciones para quienes no sigan la dirección propuesta.
En Light DeFi hemos propuesto estos conceptos en agosto. Queremos ayudar a crear un mundo más sostenible con prácticas más limpias para el medio ambiente.
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